Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): He pedido la palabra para confirmar la idea que ya emití antes, de que no ha habido ningún Ministro que haya dicho que no traía un expediente porque no quería. Podrá haberse negado el Ministro de la Guerra a traerlo, porque S.S. mismo reconoce su derecho a hacerlo, y por eso me niego yo; pero no quiero decir que me niego sólo porque tengo derecho para hacerlo; yo tributo tanto respeto al Senado y también a S.S., que no quiero escudarme en el derecho que pueda corresponderme para no traer un documento [2904] que S.S. tiene el derecho de pedir, sino que deseo razonar mi negativa, como satisfacción a S.S. y a este alto Cuerpo, al cual, repito, tengo tan grandes consideraciones que me parece que todas las que pueda guardarle son pocas.

Pues bien; en este concepto he expuesto las razones que tenía para sostener que no juzgaba conveniente traer ese documento; pero si S.S. lo creyese indispensable (que en último resultado ha dicho que no, porque ya se sabe lo que aquel alto Cuerpo consultivo ha manifestado); si S.S. se empeñara y el Senado creyera que debía traerlo, yo, a pesar de mi derecho, lo traería. Lo que no quiero es establecer precedentes que no he visto nunca reconocidos; porque S.S., que está muy enterado de las prácticas parlamentarias, que tiene una memoria envidiable y que tantos casos y precedentes nos ha dicho que existían, no ha podido citar concretamente ninguno; y la dificultad de citarlos está en que no existen realmente, porque cuando hay mucho se recuerdan al instante algunos de ellos. (El Sr. Fabié: Si S.S. me da veinticuatro horas, le traeré 24 casos). Bueno; de todas maneras, puesto que S.S. no agradece, por lo visto, mi atención y mi deseo de satisfacer al Senado al aducir las razones que tengo para no traer el documento en cuestión, diré a S.S. que con el mismo derecho con que S.S. me lo pide, con este mismo derecho yo me niego hoy por hoy a traerlo. No tengo más que añadir. [2905]